CRIMEN DE ESTADO EN AYOTZINAPA (PRONUNCIAMIENTO)
Los hechos violentos del pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, contra los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos (conocida como Ayotzinapa), en los cuales fueron asesinados 3 normalistas así como desaparecidos 43 estudiantes, son una muestra más de la violencia que se vive a diario en nuestro país, provocada ya sea por la fuerza del crimen organizado (narcotráfico) o por el Estado mexicano, o en conjunción de ambos poderes.
La desaparición de los 43 normalistas es condenable en sí misma, al no conocer su paradero y haberse encontrado, en días de búsqueda, más de 9 fosas clandestinas con cuerpos que, según la PGR y el hoy ex gobernador de Guerrero Ángel Aguirre, no corresponden a los normalistas, lo que indica la gravedad de la situación en que se encuentra no sólo el estado de Guerrero, sino todo el país.
Guerrero, como México entero, está sumido en la pobreza, la marginación, los poderes están corrompidos y hay un claro nexo entre los grupos delictivos (narco) con el gobierno en sus diferentes niveles. Ante un Estado como el descrito anteriormente, surgen voces que claman justicia y que gritan y exigen un mundo mejor para todos. A estas voces se les criminaliza y se les desaparece.
La desgracia que sufrieron los normalistas de Ayotzinapa no es un hecho aislado, como lo han querido hacer ver, sino que corresponde a la realidad social, política y violenta del país. Responsabilizamos al narcoestado, tanto de los hechos ocurridos el pasado 26 de septiembre, como de los asesinatos que siguen sin resolverse y que se intentan ocultar en narcofosas y de los asesinatos constantes de inmigrantes.
Quienes suscribimos nos solidarizamos con el dolor de las madres y padres de los 43 jóvenes desaparecidos, así como de aquellos asesinados impunemente. Nos sentimos profundamente indignados y enojados por la violencia que azota al país producto de la incapacidad del Estado mexicano por resolver los problemas que ha generado desde la implementación de la “Guerra contra el narco”. Y señalamos que se trata de un Crimen de Estado, como los de 1968, Aguas Blancas y Acteal entre otros. Y sabemos que más temprano que tarde habrá que ajustar cuentas, no con la muerte, sino con sus impulsores, porque los muertos y la conciencia de los vivos así lo exigen.
Nos sumamos a los gritos llenos de digna rabia y exigimos:
La aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas.
Justicia para los que fueron asesinados.
Castigo a los responsables, directos e indirectos, de la desaparición de los estudiantes.
Transparencia en los procesos de investigación que se llevan a cabo.
Defensa de la Educación pública y gratuita y del proyecto de las normales rurales.
ATENTAMENTE
Comité Editorial de la Revista Los Heraldos Negros.
"Luchamos para hablar contra el olvido,
contra la muerte, por la memoria y por la vida."
